Recuerdo la primera vez que llevé un piolet a una excursión. No sabía dónde engancharlo o meterlo en la mochila.
Las miradas con el colega: “¿Y esto dónde lo pongo?”. El piolet, un Charlet Moser técnico, lo acabábamos de comprar la semana anterior.
Éramos jóvenes entusiastas, llenos de energía y con nula experiencia. Vaya, carne de cañón, o una bomba de relojería en el mundo de la montaña, intrínsecamente peligroso. Ese día nos habíamos unido a una salida de un club de Pamplona, a la Kartxela, en el Pirineo. Absorbíamos como esponjas, tratando de no hacer el ridículo.
Siempre he sido más bien un verso suelto, no vinculado a un Club. Éramos un grupo de amigos que soñaban a lo grande, entre rutas y escaladas, en un tiempo en el que coger experiencia en montaña implicaba asumir demasiados riesgos. Eran otros tiempos, adquirir práctica y experiencia no era tan accesible. O al menos eso parecía. Esa transferencia de conocimiento se hacía al amparo de los clubs, donde los más experimentados instruían a los novatos. Como esos dos chavales a los que nadie conocía y se habían apuntado a la excursión.
Aquel día, al crujir del hielo y la nieve bajo los crampones, se unía la sensación de aprender algo nuevo a cada paso: cómo utilizar el piolet, cómo progresar en pendiente con crampones... Esos detalles, que no menores, marcan la diferencia entre seguridad y riesgo.
Siempre he valorado el sentimiento de grupo que se cimenta al calor de las excursiones y rutas. El compartir una pasión, y también mil y una experiencias. Este es el espíritu que queremos impregnar en la comunidad online que lanzamos hace unas semanas en Travesía Pirenaica.
Aunque no se trate de un club en sentido tradicional, aspiramos a fomentar ese ambiente de compartir, enseñar y aprender unos de otros. La acogida ha sido increíble, y ya contamos con un pequeño grupo de entusiastas —auténticos pioneros/as— con el que estamos dando los primeros pasos de este camino. La idea es crecer juntos, sin prisas, abriendo puertas y explorando horizontes, sin saber exactamente adónde nos llevará esta travesía, pero con la certeza de que el viaje en sí mismo ya es una recompensa.
Un abrazo,
Edu
P.D. Aquí os dejo enlace a la newsletter de Travesía donde os contaba en la intro la nueva iniciativa de comunidad.
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P.D2. Si quieres charlar sobre cualquiera de las cosas que he escrito hoy, de tu última aventura o si simplemente te apetece contarme algo, respóndeme a este mail!